Miguel Antonio Romero

Palabra mayor





“Yo era un jugador de área, con buen manejo de pelota, hábil y sutil, de buena cintura y gambeta, preciso en el pase. No poseía una pegada fuerte pero sí con gran dirección, el cabezazo fue la parte ingrata de mi juego, pero también hice goles con ese recurso"
Con estas palabras se presentaba a aquellas personas que no pudieron verlo jugar, Miguel Antonio Romero más conocido como la “Wanora”.
Petiso, de cabellera blanca (en respuesta a sus conservados 74 años), y ojos celestes (como la casaca de su clásico rival al cual le convirtió 21 goles, siendo así el máximo artillero tallarín contra los piratas) Romerito hoy vive junto a su familia a unas pocas cuadras de la Boutique en barrio Jardín.
Con amabilidad, y siendo lo más reflexivo y medido posible en cada una de sus palabras a la hora de declarar. Aceptó atender la requisa solicitada por Federico Flores, abriéndole las puertas de su casa y como si fuera poco, suspendiendo la siesta. Algo impagable cuando se llega a una cierta edad.


¿Va a la cancha actualmente?

Solamente voy cuando juegan en la boutique para ver las divisiones menores. No me gusta el fútbol actual lo veo muy automatizado, es un juego sin ideas, no es el que a uno le gusta. Lo veo por televisión .Pero a la cancha no voy. He perdido el entusiasmo, porque no es un deporte lindo como uno veía.

¿Recibe alguna ayuda económica o subsidio por parte del club?

No, de ninguna manera

Y luego haber estado tanto tiempo en la institución ¿No le molesta eso?

Nosotros estamos formados en una época muy distinta. La gente del fútbol actual desconoce muchas cosas de cómo era este deporte en el año 1955 cuando llego a Talleres. En el tiempo que yo jugué, no se ganaban primas sólo se conseguían muy buenos sueldos en el sentido laboral, porque acá lo que te ofrecían como primas era un buen trabajo, por ejemplo en Fiat.
Con relación a recibir subsidio no. Yo nunca pretendí que a algún jugador se le diera una contribución, posiblemente porque en aquella época todo se fundamentó en trabajar, la mayoría de los futbolistas lo hacía. Pero sí, se lo tendrían que dar a muchachos que no hayan tenido la suerte de tener un laburo y se puedan haber acogido a una jubilación. Sería una buena actitud para aquel que no tiene un buen pasar. Para mí no, además no lo concebiría en la medida que Dios me de la salud y fuerza para seguir.

¿Quién cree usted que es el máximo responsable de la situación que vive el Club? ¿Dossetti?

Yo en Talleres jugué 12 años y lógicamente que estoy identificado con la institución, pero a veces lanzar culpas no es tan fácil. Culpables me animo a decirte que a veces somos hasta los mismos simpatizantes del club, porque si bien es cierto que uno va viendo la actuación de los dirigentes a lo mejor los ex jugadores podríamos haber incursionado hacia los cabecillas de turno que no actuaron bien, para manifestarles los errores en función de tratar de mejorar la situación. Ahora arrojar las culpas a algunas ex dirigencias del club me parece ingrato, aunque uno ve y cada uno sabe quién cometió los errores.

Que opinión le merece Carlos Granero

Lo conozco al señor Graneros, tuve conversaciones con él. He inclusive fui invitado en muchas oportunidades a participar de los cambios de sponsors o presentaciones de nuevas camisetas.
Puedo decir que como persona es un excelente hombre. Lo que se le puede criticar es no haber hecho grande a la institución; no poder armar un gran equipo, y no lograr actualizar o remodelar el estadio la "Boutique". Hay algunas cosas por las cuales lógicamente será criticado, pero en el caso mío por esta situación que se vive.
Como ser humano, repito, lo traté y he tenido siempre un diálogo muy formal. Pero no puedo reprocharlo en todo esto que pasa, porque uno reconoce que ellos son empresarios y vienen a desarrollar una función que a lo mejor no la supieron llevar adelante por situaciones económicas. Pienso que fundamentalmente por ahí esta la realidad o el inconveniente que se le plantea en este momento a Talleres.


¿Tiene conocimiento usted sobre la situación de dos juveniles, figuras del plantel de primera división, que para ir a entrenar deben trasladarse en colectivo?

No, pero no me sorprende. El fútbol de ahora es muy difícil. Han cambiado los sistemas, antes el mismo técnico los llevaba y los traía. Yo siendo DT de las divisiones inferiores iba a buscar a los jugadores que venían de afuera a la terminal de ómnibus. Lo hacía porque estaba identificado con el club, inclusive a algunos chicos tuve la oportunidad de ayudarlos, eran jóvenes muy humildes.
Por eso digo que no me llama la atención lo que sucede. Todo es dinero y eso es lo que pasa en Talleres. No está organizado en sus divisiones inferiores, porque no posee campos de deportes y no tiene a dónde ir a entrenar. El club debe precisar de una riqueza que le pueda dar la posibilidad a todas las categorías de entrenarse en un solo campo.
Desconocía lo de estos juveniles a los cuales hacías mención (Quiroga y Buffarini), pero no me hes nuevo. Tengo un nieto en juveniles y uno observa el sacrificio que hacen sus padres para llevarlo a entrenar, o inclusive cuando se juegan torneos locales, debido a que Talleres no tiene medios de movilidad.

¿Qué solución se le podría dar a esto?

Sino hay un poder económico para revertir estos inconvenientes de cancha, me parece que va a ser muy difícil que Talleres salga y vuelva a ser el de aquellas épocas. En donde tenía grandes divisiones inferiores y donde llegaban jugadores a primera. Todo pasa por el poder adquisitivo que pueda tener la dirigencia de cada club.
Si te ponés a ver, Instituto tiene su cancha, Belgrano lo mismo, Racing y Juniors también y la única institución grande que está pasando por este momento es Talleres que no tiene estadio, ni donde practicar.

Usted dice que el problema es económico, de todos modos hay algo que no me cierra. Talleres tiene muchos ingresos, ya sea por publicidad u otros factores, y en el caso de que no los tuviera. No podría haber traído tantos refuerzos como lo hizo. ¿No le parece?

Naturalmente que me sorprende el hecho de que se hayan traído 24 jugadores nuevos. No deja de ser llamativo. ¡Arman más de dos equipos, y las divisiones inferiores no tienen donde entrenar! Es lógico que no nos va a cerrar la idea, de por qué se contratan cantidades de futbolistas y no le dan prioridad al futuro de la institución. Como hoy lo hacen las grandes instituciones.


¿Puede afirmar usted que hoy por hoy Talleres está varios escalones por debajo de instituciones como Belgrano o Instituto?

Sin duda, inclusive puedo manifestarte que a mí siempre me preguntan si es conveniente llevar los chicos a Talleres. Y uno le tiene que decir que no, porque no sabes dónde, cómo se pueden probar, quién los va evaluar, si van a tener su oportunidad. Entonces para no quedar mal le tengo que decir, “mirá no lo lleves y búscate otro club”. Cosa que me apena, porque uno siendo hincha de esta escuadra le tiene que decir no, no lo probés. Porque sé que las cosas no funcionan como tendrían que ser o como uno cree que deberían ser.
Esto que vive Talleres es muy triste. Veo muy difícil poder salir de esta situación, pero lo último que se pierde es la esperanza