El suceso noticioso de que finalmente y luego de algunas idas y venidas, Humberto Grondona será el próximo técnico albiazul ya no es sorpresa.
Y si bien el hijo del mandamás de la “Asociación del Fútbol Argentino” había manifestado sus deseos de dirigir a la T. Los mismos solo podrían llegar a cumplirse y concretarse, en el caso de que se diera con algunas condiciones que el mismo Humberto había solicitado y a las cuales hacer caso omiso o no. Sería indiferente ya que todo el pueblo albiazul, sabe a lo que me estoy refiriendo.
Pero hoy por hoy el hecho en cuestión, no es hacer futurología y saber como le irá futbolísticamente al equipo de “Humbertito”. Sino tratar de saber cuanto tiempo durará en el cargo este, pero no en base a los resultados conseguidos. Si no como consecuencia de una serie de factores que vienen poniéndole los pelos de punta al ex técnico tombino.
La premisa número uno para que Grondona tomara el cargo, era la solicitud de despido hecha pública de Antonio “Pichi” Fauro.
Logrando así su cometido, la semana pasada el gerente deportivo Fauro, tras 33 años vinculados a la institución, fue despedido por Carlos Ahumada de Ateliers recibiendo a la vez una indemnización cercana a los 200.000 pesos.
La próxima condición para calzarse el buzo de entrenador, era la salida de quien hoy por hoy es el presidente de la firma que gerencia a Talleres: Martín Vilallonga. Pero este último deseo no le fue concedido a Grondona hijo: “Tuve que negociar, pero la persona que tenía que irse (Fauro) no está más. Ahora cada uno ocupa el lugar que corresponde. Me quedo por la gente de Talleres, que es espectacular”. Así se expresaba a minutos de conocer la noticia, el actual director técnico “tallarín”.
El otro solicitado era que se mantuviera la base. Pero por sobre todo que el ex capitán Julián Maidana y Héctor cuevas, se quedaran en la institución. “Cuevas en mi equipo es titular indiscutido” llegó a decir en algún momento Grondona. El tema en cuestión es que no se atendió a dicho pedido y tanto Maidana como Cuevas, ya no continuarán en barrio Jardín. Noticia que enfadó bastante al actual técnico y según versiones periodísticas lo puso en la diyuntiva de continuar o no en el cargo.
Conjuntamente a esto se agrega que Iván Borghello ya no seguirá en el club como resultado de haber endorsado su contrato con Godoy Cruz de Mendoza, (por lo que Talleres perdió a sus delanteros titulares, quienes entre ambos marcaron 28 goles distribuidos en 14 para cada uno). Situación que irrita mucho teniendo en cuenta lo dificultoso que está contratar futbolistas con “chapa”, que ya no estén pasados de vuelta (siempre futbolísticamente hablando) y que no arrastren lesión alguna.
Pero como si esto le pareciera poco todavía hay más. El despido del coordinador de las divisiones inferiores y amigo personal de Grondona, Piero Floglia (quien dejo a Talleres posicionado como el mejor equipo de Córdoba en el certamen organizado por la AFA.) también sumó su granito de arena, en rigor de saber hasta cuanto seguirá la continuidad del hasta ahora director técnico de Talleres. Aunque según versiones extraoficiales, Foglia habría dejado la entidad como consecuencia de haber sido convencido por Fauro, quien junto con su partida habría arrastrado la del ex coordinador de las divisiones menores y habría tratado de convencer al utilero junto a otros integrantes del club para que también se vayan.
Encima para mal de males, todavía no se habla de contrataciones. Pero de si de su antitesis; las desvinculaciones. Porque es casi improbable que continúen en la plantilla Federico Lussehoff y Lucas Rimoldi. A su vez Marco Torsiglieri volverá a Vélez y Mauro Algecira arregló con Ferro. Además en duda está la continuidad de Matías Quiroga.
Por ende hoy en día, la pregunta en rigor ahora es saber. Si habiendo recibido tantos baldazos de agua fría, haciéndole casi omiso a sus pedidos, e instalado en la nebolusa que es Talleres. ¿ Cuanto tiempo durará Humberto Grondona en su nuevo cargo?
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