El Club Atlético Talleres de Córdoba, habita hoy en un incomprensible mundo lleno de contradicciones. Y en el cual se opera desde lo enigmático, sin tener un vocero en sus atriles que haga las veces de intermediario entre la institución y el periodismo con el fin de dilucidar ciertas cosas. Las cuales todavía merecen explicación alguna. Por lo que hasta el momento, las respuestas solo se encontrarán o estarán en la recóndita mente del gerenciador Carlos Ahumada y sus allegados más cercanos.
Y así como aveces hacemos mención, del reiterado error que comenten las instituciones. Desbastando rápidamente sus planteles, para luego armar uno casi íntegramente nuevo, sin los tiempos de trabajos necesarios que se deben imprimir para una correcta conformación de equipo.
Actualmente nos compete hablar de un tema que tiene estrecha relación con el primero, y el cual hoy en día, genera en el hincha albiazul más de una interrogante. En rigor de saber, que parámetro o que vara de medición utilizan los directivos de dicha institución a la hora de dejar ir futbolistas, como al momento de contratarlos.
Sucede que todavía muchos simpatizantes, se están preguntando como es que se lo dejó ir a Héctor Cuevas, sin siquiera haber realizado un mínimo esfuerzo por retenerlo. Y en reemplazo de este, traen a Luis “Pupi” Salmerón. Desembolsando 800 mil dólares, casi el doble de lo que pagó Belgrano por el ex Talleres, por un futbolista de la misma edad, al cual no conocen del todo, pues a priori no saben si rendirá en el equipo azul y blanco a la par del tanque o como lo hizo con la vede, en Ferro. No obstante a favor del “Pupi”, le juega el haberse manifestado hincha albiazul, por lo que eso le sumaría unos puntos extras ante la siempre exigente afición de barrio Jardín.
Pero sumado a Cuevas, se deja oír de fondo el nombre de Pablo Rolón. Una de las máximas promesas que tiene, o mejor dicho que tuvo el club. El enganche de 17 años, jugó para la selección el mundial de su categoría y el certamen panamericano, el año pasado. Luego, debutó en la "T", pero ya no fue tenido en cuenta por ninguno de los técnicos que pasó. A tal punto que Grondona, decidió no llevarlo a la pretemporada. Como consecuencia de esto Antonio Fauro, ex gerente deportivo de la T y agente FIFA, le habría conseguido un contacto en Portugal, por lo que estaría entrenándose con el Porto de aquel país en carácter de prueba. Otra negligencia más por parte de los dirigentes de turno, la cual a primera vista no hace otra cosa que recordar lo sucedido con Pablo Ledesma, quien junto a otros jugadores (como Leandro Becerra, que hoy también está Belgrano) emigraron a Boca Juniors, en una excursión que finalmente nunca tuvo retorno.
Pero la partida de Rolón de la tutela albiazul, no fue la única que se dio en este últimos lapso, ya que otro talento a futuro emigró. Esta vez de la mano de otro ex dirigente, como Carlos Granero y el futbolista indicado es Miguel Coronel, famosamente conocido como “Cachumba”. A quien Granero, obviamente estando ya afuera de la cúpula de Ateliers, decidió llevárselo con el fin de incorporarlo a cualquier otra entidad.
Ahora usted se preguntará ¿Pero como fue esto posible? A la respuesta no la se. Lo que si puedo afirmar, es que a la dirigencia no se le movió un pelo. Algo que nos lleva a pensar, que los superiores del Club Atlético Talleres. No se preocupan en lo más mínimo por el cuidado de sus productos genuinos. Si no tomemos como referencia también, lo sucedido con el desalojo de 40 jóvenes de la pensión.
Pero retomando la vivencia obtenida con Coronel, es importante destacar que una negociación similar está tratando de hacer el ex presidente de Talleres con el jugador Matías Quiroga (tazado en 800 mil dórales, siendo el jugador más caro del club) a quién intenta depositar en filas de la academia bonaerense. Y con este dato surge otra paradoja: Compraron a un jugador, ya formado y hecho como Salmerón con 28 años por 800 mil dólares. Y se está hablando de una posible transferencia de Quiroga con 21 años por el mismo monto. La verdad increíble, pero real.
Aunque si de establecer puntos de comparación se trata, llegó Cobelli. Pero con 30 años y habiendo convertido apenas 4 goles en Santiago Morning del fútbol de Chile. En contrapartida con esto y para amargura de los hinchas albiazules. A fines del 2007 le rescindieron el contrato a Ezequiel Miralles (24 años) quién finalmente recaló en el Everton del Viña del Mar, equipo que milita en la primera división del fútbol chileno y con el cual salió campeón, siendo el propio Miralles según los diarios trasandinos la figura de su equipo. Convirtiendo 13 goles en 18 partidos. Pasándolo en limpio, en el mismo torneo en que Cobelli se desempañaba para Santiago Morning y con el cual apenas hizo 4 goles. Ezequiel Miralles jugaba para Everton facturando tres veces más que el ex Newells.
Como estos seguramente habrá, muchísimos casos más. Pero las preguntas en rigor que surge al leer los anteriores párrafos seguramente serán: ¿Porque cuando se van de Talleres los futbolistas rinden? Y ¿Porque en Talleres no hacen nada para retener a sus figuras? A ciencia cierta no puedo dilucidarles una respuesta concreta. Lo que si, puedo afirmarle: Es que en el club de Barrio Jardín, el dirigente que este de turno por x motivo no cuida al jugador.
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